El vomito

El vómito o vaciamiento brusco del estómago por la vía bucal puede ser causado por diferentes dolencias y enfermedades.
Los vómitos que duran sólo uno o dos días en términos generales
son causados por una infección gastrointestinal (bacteriana, viral o parasitaria), consumo excesivo de alcohol, o una reacción a un medicamento.
Otras causas que pueden provocar vómitos por un período mayor de dos días son:

Otitis media
Gripe acompañada de fiebre alta,
Meningitis
Embarazo

Es importante observar que inclusive problemas cardíacos como angina de pecho e infarto pueden provocar vómitos.

Entre los síntomas que suele acompañarse los vómitos son:
Pérdida de fuerza
Palidez
Sudoración
Hipotensión arterial
Náuseas en el caso del embarazo.

Remedios populares

Remedio para el vomito 1 Preparar una infusión con 2 cucharaditas de melisa, 2 de menta y 2 de manzanilla. Colocar en un recipiente y luego añadir una taza de agua hervida durante 5 minutos. Tapar y colar. Tomar, a sorbos, cuando se presenta los vómitos.
Remedio para el vomito 2 Chupar lentamente un cubito de hielo cuando se noten los primeros síntomas de vómito.
Remedio para el vomito 3 Cortar una cebolla en dos mitades y frotar en las axilas cada vez que aparezca la sensación de vómitos.
Remedio para el vomito 4 Mezclar 1 cucharada de canela con 2 cucharadas de sauco en una taza de agua. Hervir durante cinco minutos. Retirar del fuego y colar. Tomar una taza lentamente, a sorbos, hasta que el malestar cese.
Remedio para el vomito 5 Aplicar sobre el vientre, compresas mojadas las cuales deben ser alternarlas con agua caliente (un par de minutos) y otras de agua fría (no más de un minuto).
Remedio para el vomito 6 Preparar una infusión con 1 raíz de jengibre la cual debe ser picada en pedazos y puesta a hervir en dos tazas de agua por 10 minutos. Beber lentamente cuando aún esté tibia.
Recomendaciones
Algunas recomendaciones para impedir la deshidratación causada por constantes vómitos:
Tomar continuamente líquidos. Es necesario evitar la deshidratación. Por ello, se debe tomar suficientes líquidos para poder reemplazar los perdidos, pero deben ser transparentes como el agua, las infusiones o los jugos de frutas (especialmente manzana). Incluso se puede elaborar un suero con una cucharadita de sal en un litro de agua. No se aconseja otros líquidos como la leche o las sopas espesas, ya que pueden ser demasiados pesados para el estómago.
Procurar minerales Debido a que el vómito también elimina minerales del cuerpo, es necesario tomar bebidas de electrólitos o agua que contenga un par de pizcas de sal o azúcar cada media hora.
Tomar bebidas tibias. No se aconseja tomar líquidos fríos ya que producen un fuerte impacto en el estómago irritado. Es mejor que las bebi­das se encuentren a temperatura ambiente o tibias.
Beber a sorbos en lugar de tragos largos. Si se sorbe los líquidos, esto permite al estómago irritado ir regularizándose. Si no lo hace así, puede que el líquido que se está tomando sea vomitado.
Evitar el gas de la bebida. Las bebidas gaseosas transparentes o sodas no deben ser tomadas hasta que pierdan todo el gas, ya que las burbujas pueden provocar más vómitos.
Verificar el color de la orina. Si se observa que la orina es amarilla oscura, se debe tomar más líquidos. Entre más clara, mejor para evitar la deshidratación
Comenzar una dieta rica en carbohidratos una vez pasado los vómitos. El primer paso consiste en consumir gelatina, ya que es un alimento semilíquido, suaves para el estómago y rico en carbohidratos. Se puede luego ir incluyendo alimentos blandos, como el puré de manzana, pan tostado sin manteca o galletas sala­das simples. A medida que la persona se sienta mejor, puede consumir caldo de pollo con tallarines o la sopa de arroz con pollo sin grasa.
Cuando acudir a recibir asistencia médica. Si el vómito es persistente (han transcurrido 24 horas y nada parece ayudar) o contiene sangre, es necesario buscar ayuda médica inmediata. Igualmente, si se presenta síntomas como sed intensa, falta de orine o vértigo al levantarse, puede que se trata de una deshidratación, que requiere también de pronta ayuda médica.