Los perfumes

La palabra perfume ha sido tomada del latín, con ligeros cambios fonéticos,
por el italiano, español, francés, inglés, y aun por las lenguas germánicas y esclavas, como
una forma de designar internacionalmente cualquier olor agradable que se derive de
cualquier origen botánico o animal. Como consecuencia del descubrimiento, aislamiento y
preparación sintética de los componentes olorosos de algunos aceites esenciales, resinas,
etc., la palabra perfume se aplica en los tiempos actuales, no sólo al aroma agradable de una
esencia natural o artificial, formada por la mezcla de otros varios, sino también a los
propios componentes fragantes de esta mezcla. Se usa para este fin, asimismo, la palabra
aromáticos, y se aplica a veces el término sintético si el componente ha sido preparado de
esta forma.
En la ANTIGÜEDAD era empleado como ofrenda a los Dioses de todas las
civilizaciones antiguas, el perfume sublima y deifica el cuerpo. En las antiguas
civilizaciones, desde Egipto hasta Grecia, los “perfumes” no existían como tales. Flores,
plantas aromáticas y resinas eran ante todo materias primas que se dedicaban al culto de los
Dioses. Poco a poco, el uso de sustancias odoríferas se intensificó y los soportes conocieron
una rápida evolución: fumigaciones, aceites, ungüentos, licores fermentados..Ricos y
pobres las utilizaban con deseo de acercarse a lo divino: el perfume exalta la belleza y el
poder de los Dioses. Antes de que la decadencia lleve el perfume a sus orgías, sublima el
cuerpo y tiene capacidad curativa. ir al manual

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