La Sal,¿antes o despues?
Si ponemos un trozo de carne a cocer, ¿en qué momento se debe echar la sal , al principio o al final de la cocción?
Si echamos la carne con el agua hirviendo, se produce la desnaturalización rápida de las proteínas de la superficie de la carne dificultando el paso de sustancias.
Al echar la carne en frío, la superficie de la carne mantiene una porosidad mayor durante más tiempo.
Si la sal se añade hacia el final de la cocción, habremos favorecido la salida de los "jugos" de la carne. La carne estará menos sabrosa pero habremos obtenido un buen caldo.
Si la sal se añade al principio, dificultaremos la salida de los "jugos", de tal manera que el caldo será más insípido conservando la carne un sabor mayor. (La sal añadida debe superar, pero no en mucho, la concentración salina del interior de la carne)
La respuesta a la pregunta planteada variará entonces dependiendo del fin que se pretenda. Si el fin es el caldo, se debe salar hacia el final poniendo la carne en frío. Si lo que se pretende es una carne sabrosa, salaremos al principio echando la carne en el agua hirviendo.
Las respuestas
Germana Suevos
Cuando ponemos un trozo de carne a cocer en agua con sal, se produce el paso de sustancias a través de la superficie de la carne. Salen "jugos" de la carne y entra sal y agua. En este tránsito influye el momento de añadir la sal al agua y el momento de echar la carne, debido respectivamente a los fenómenos de ósmosis y desnaturalización de las proteínasSi echamos la carne con el agua hirviendo, se produce la desnaturalización rápida de las proteínas de la superficie de la carne dificultando el paso de sustancias.
Al echar la carne en frío, la superficie de la carne mantiene una porosidad mayor durante más tiempo.
Si la sal se añade hacia el final de la cocción, habremos favorecido la salida de los "jugos" de la carne. La carne estará menos sabrosa pero habremos obtenido un buen caldo.
Si la sal se añade al principio, dificultaremos la salida de los "jugos", de tal manera que el caldo será más insípido conservando la carne un sabor mayor. (La sal añadida debe superar, pero no en mucho, la concentración salina del interior de la carne)
La respuesta a la pregunta planteada variará entonces dependiendo del fin que se pretenda. Si el fin es el caldo, se debe salar hacia el final poniendo la carne en frío. Si lo que se pretende es una carne sabrosa, salaremos al principio echando la carne en el agua hirviendo.
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